Hosting compartido: El terror de las webs
Por suerte, el hosting compartido ya no es nada frecuente en cualquier propuesta seria de desarrollo web, pero no hace tantos años era el más común de los sistemas de hosting que podía contratarse. Pero, ¿Qué es un hosting compartido? Vamos a dar un vistazo al pasado.
El hosting compartido por definición misma es eso, compartido. ¿Con quién? Pues allí radica el problema más terrible, con tus webs vecinas. No sabes con qué vecinos te vas a ir a vivir, y eso da miedo.
Puedes encontrarte el vecino que deja la puerta abierta del edificio, y que permite que pueda entrar cualquiera. Que puedan meterse dentro de tu web sin ningún tipo de impedimento apenas. Por sus numerables fallos de seguridad, pueden hacer caer el servidor o meterse en la base de datos de tu proyecto y destrozarte la web, por muy seguro que sea tu sistema.
Puedes encontrarte aquella web «vecina» que hace un uso exhaustivo del edificio y sus recursos. Que permanentemente tiene ocupado el ascensor o que no deja que puedas ni sacar el coche del garaje, porque está entrando y saliendo sus vehículos. Nos referimos a que puede que tengas como vecina una web que consume muchos más recursos que tu del servidor y que tu web se ralentiza de forma exhasperante. Ya sea porque esté bien echa o no la web con la que compartes recursos. O porque no quiere pasar a otro servidor porque le cueste más dinero, o porque la empresa de hosting exprime al máximo ese servidor, para meter cuantas más webs mejor.
Otro problema clásico de un hosting compartido, es la escalabilidad: Imagina que tienes familia y esa familia crece. Ya no cabéis en vuestro piso. Y toca mudarse. Eso implica costes y migración de sistemas siempre dolorosos. El «piso» no se puede ampliar fácilmente y requiere una mudanza total. Y aún más complicado: Imagina que solo requieres tener más espacio en tu piso en momentos puntuales, fiestas, eventos o fechas concretas o en horas concretas. Y luego ya no hace falta que vivas en un palacio. Pues imposible de poder amoldar esa capacidad de tu hosting en función de la demanda de cada momento.
Y por último, pero seguro que hay más motivos, es que el piso se te puede quedar viejo. Y hacer apaños en el hosting poco se puede hacer. Con la velocidad que hoy en día crece la tecnología web, tener un hosting anticuado por estar alojado en una máquina que cada día que pasa se queda más vieja, es un riesgo enorme.
No hay comentarios